2º A: CLASE DEL 23 DE JUNIO DE 2020

¡Buenos días!
Hoy es nuestra última clase del curso 2019/2020. Lo primero de todo, me gustaría deciros que ha sido un placer conoceros y teneros como alumnos. Ha sido un curso muy extraño pero espero que, en la medida de lo posible, hayáis podido disfrutarlo y, sobre todo, que os haya gustado la asignatura. La Historia suele ser una asignatura que, u os encanta, u os horripila, así que espero haber alcanzado la primera impresión con vosotros. 
Hoy, como despedida, y como comenzamos a ver el viernes pasado, he pensado que podemos dedicarlo a ver algunas curiosidades de la Edad Media y que venimos arrastrando hasta nuestros días. Espero que os gusten: 
1. La expresión "poner los cuernos"...
Esta expresión bastante típica no es una invención moderna. Su origen está en el derecho de pernad, que se trataba del derecho de los señores feudales de yacer con las mujeres de sus campesinos en su noche de bodas. Era típico que se colocara una cornamenta de ciervo en la casa del marido mientras los señores se aprovechaban de ese privilegio. 
2. La higiene. 
Algo que, además, en nuestros días estamos teniendo muy en cuenta, no lo era en la Edad Media. La situación en los comedores y en las cocinas era asquerosa. Para la vajilla y la cubertería, por ejemplo, se empleaba el estaño, un metal que se oxida con facilidad. Por ello, el envenenamiento y la narcolepsia eran bastante comunes. Es más, era típico que todos cogieran la comida con las manos del mismo plato, ya que el tenedor no fue inventado hasta el siglo XV en Italia, por lo que las enfermedades circulaban con bastante facilidad en este contexto. 

3. Las especias.
Lo que hemos estudiado durante este curso sobre los productos de lujo y el mercado de la Ruta de la Seda, tiene también mucho que ver con estos hábitos de alimentación e higiene. Entre otras cosas, era muy difícil conservar los alimentos en buen estado: no había frigoríficos y los alimentos se ponían malos con gran facilidad. Había dos opciones: unos durante el invierno optaban por coger nieve y hielo para almacernarla el tiempo que pudieran y meter en ella los alimentos. Pero en los lugares con mucho calor, esto no era siempre una opción. Por ello, aprendieron a marinar los alimentos: la sal, la pimienta, la mostaza, el comino... eran especias que permitían que los alimentos duraran más y, sobre todo, que tapaban el sabor si se ponían pochos. 
4. "Velar a los muertos". 
Esta expresión tiene también un origen histórico. Aunque nos parezca ahora algo horrible y dantesco, los familiares solían depositar al difunto sobre la mesa de la cocina, donde continuaban haciendo su vida cotidiana hasta pasados unos días. Era costumbre, además, poner velas alrededor del cuerpo. De ahí esta expresión. 

5. La higiene personal.
Como habréis estudiado en Cultura Clásica y el año pasado en Historia, había una gran pulcritud y culto al cuerpo en la sociedad griega y romana. Las termas eran los lugares donde estos hombres se lavaban y cuidaban su imagen. Sin embargo, los hombres del medievo creían que esto era hedonista y propio de vanidosos. 
Esos baños públicos dejaron de realizarse y comenzó a realizarse en el ámbito privado. Toda la familia solía tomar el baño en la misma bañera y con un orden establecido: primero el padre, luego los hijos mayores y, seguidamente, las mujeres de la casa. Y, lo peor de todo, es que se solía hacer una vez al año. 
El mal olor corporal era, por tanto, algo bastante común entre la población medieval, que enmascaraban la suciedad como podían: cambiándose la ropa, abanicándose, usando polvos de talco, abanicándose...
El mes de mayo era el preferido para bañarse. Por ello, la mayor parte de las bodas solían celebrarse en junio, cuando el olor corporal podía aún tolerarse. Pero nuestra costumbre también de poner tantas flores en las bodas procede también de esta etapa de la historia: poner flores para tapar el olor de los invitados. 

No sorprende tampoco que por ello la peste negra esté entre las peores enfermedades que han atacado a la población en la historia. 
6. Los pelirrojos.
Más propios del norte de Europa y siendo un pequeño porcentaje de la población mundial, los pelirrojos fueron considerados vástagos de brujos o íncubos, y muchos de ellos llegaron a ser condenados, por sistema, a la hoguera. Para prevenir su aparición, se recomendaba evitar las relaciones sexuales durante la menstruación de la mujer.