2º B: CLASE DEL 3 DE JUNIO DE 2020

¡Buenos días!
Vamos a continuar viendo algunos aspectos que nos quedaban por estudiar en este curso. 
Hoy vamos a avanzar en uno de los temas más estudiados de la Historia de España y que se ha considerado clave en la evolución política de este país: el reinado de los Reyes Católicos. 

LOS REYES CATÓLICOS

Como hemos estudiado en el curso, la península Ibérica estuvo dividida en cinco reinos durante gran parte de la Edad Media. De ellos, la Corona de Castilla y la Corona de Aragón eran los reinos más fuertes. 
En 1469, sus descendientes y futuros herederos, Isabel y Fernando, contrajeron matrimonio en Valladolid. Fue un matrimonio, en principio, secreto, ya que los cónyuges eran primos (y necesitaban el permiso del papa para poder casarse, algo que obtuvieron más tarde). Además, Enrique IV, hermano de Isabel y rey de Castilla, se oponía a este matrimonio. Tan importante fue esta boda que muchos historiadores consideran el año 1469 como el inicio de la Edad Moderna en España: 

En 1479, Fernando se convirtió en el rey de Aragón al fallecer su padre, Juan II. Ese mismo año, Isabel vencía a su sobrina, Juana la Beltraneja (ya lo vimos en el tema 7), convirtiéndose en la reina de la Corona de Castilla. La unión de ambos reinos fue solo dinástica, no territorial. Esto significaba que Castilla y Aragón mantenían sus fronteras, sus Cortes, leyes, instituciones, impuestos, moneda... cada uno de manera diferente. 
Isabel reconoció  a Fernando como rey de Castilla e, incluso, el poder real en Castilla fue ejercido por ambos. Fernando también reconoció a Isabel sus derechos en Aragón, pero nunca los ejerció en este territorio. Por ello, surgió la famosa frase "Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando", en el sentido de que ambos tenían el mismo poder y existía un equilibrio que compartían. También utilizaron los símbolos del yugo y las flechas como forma de identificarse (la Y del yugo, por Isabel, que en esos momentos se escribía con Y; y las flechas por la F de Fernando). Posteriormente, estos símbolos serían retomados durante el Franquismo como una forma de identificación nacional con el pasado de España. Podemos encontrar estos símbolos en numerosos edificios de la época, como el Monasterio de Santo Tomás (Ávila):
- La expansión peninsular. 
Uno de los grandes objetivos de los Reyes Católicos fue su expansión y consolidación en el territorio de la península Ibérica. Para ello, conquistaron el Reino Nazarí de Granada el 2 de enero de 1492, tras una dura guerra de diez años; también tomaron el Reino de Navarra, aunque en este caso ya fue Fernando el Católico en 1512 (Isabel ya había fallecido en 1504), incorporándolo a Castilla; y trataron de acercarse al reino de Portugal, aunque éste permaneció independiente. 
- La política exterior. 
Los Reyes Católicos trataron de expandir sus dominios en varias direcciones:
- Por un lado, hacia el Mediterráneo, algo que podían continuar gracias a la expansión que había realizado la Corona de Aragón durante los siglos anteriores. Fernando se enfrentó con Francia continuamente por los territorios en torno a este mar frecuentemente, pero acabó imponiéndose el poder de Fernando el Católico en el Rosellón, la Cerdaña, Nápoles y el norte de África. 
- No solo se dirigieron hacia el Mediterráneo, sino que el Atlántico fue otro objetivo de los Reyes Católicos (sobre todo porque tenían una gran competencia con Portugal). El descubrimiento de Cristóbal Colón de América hizo que todo cambiara a favor de los Reyes Católicos: incorporaron definitivamente las islas Canarias y todo el territorio americano salvo el actual Brasil. El Atlántico se convirtió, entonces, en un gran eje comercial. 
- Y, finalmente, para poder mantener todos estos territorios y que no se perdieran, los Reyes Católicos comenzaron una política matrimonial muy importante con sus hijos. Del matrimonio de ambos nacieron cinco hijos: Catalina (a la que casaron con el rey de Inglaterra, Enrique VIII); Juan (heredero al trono y al que casaron con Margarita de Austria); Juana (a la que casaron con Felipe de Austria, más conocido como "Felipe el Hermoso"); Isabel (hija a la que casaron con Manuel, el futuro rey de Portugal, pero Isabel falleció al dar a luz a su hijo); María (tras quedarse Manuel de Portugal viudo, los Reyes Católicos no quisieron dejar Portugal lejos de sus políticas matrimoniales, así que decidieron casar de nuevo a una de sus hijas con el heredero portugués). De todos los hijos, la única que sobrevivió y estaba cerca para poder gobernar fue Juana (conocida como Juana la Loca). 
- El poder real: la monarquía autoritaria. 
Y si algo tuvieron claro los Reyes Católicos es que ellos eran la máxima autoridad de sus reinos y que no pensaban compartir su poder con la nobleza o el clero. Por ello, lo primero que van a hacer es afianzar el poder real y crear un Estado autoritario, donde los reyes tuvieran más poder que nadie. 
En el caso de Castilla, Isabel decidió negar la concesión de tierras a los nobles; limitó su participación en los Consejos y Cortes; y les prohibió acudir a la guerra con un ejército propio. Por ello, los Reyes Católicos crearon un ejército profesional y propio, que les representara y defendiera. Se crearon nuevas instituciones de poder (como la Chancillería), de manera que la última palabra y decisión fuera tomada por los reyes o, en caso de no poder ser, por expertos escogidos por el monarca y que fueran de su total confianza. 
En el caso de Aragón, la situación era más complicada (recordemos que aquí la monarquía era federativa), pero también quiso reducir la influencia de la nobleza. Para ello, dictó la Sentencia Arbitral de Guadalupe, que prohibía algunos de los privilegios de la nobleza. Los cargos municipales también serían escogidos por el rey de Aragón, pero hubo muchos de los elementos que vimos propios de las leyes y fueros de la Corona de Aragón que tuvieron que mantenerse. 
Y, finalmente, los Reyes Católicos quisieron también mantener la unidad religiosa en todo el territorio que gobernaban. Es decir, que solo se permitiría practicar el cristianismo católico. Por ello, se decidió en 1492 expulsar a todos los judíos si no se convertían al cristianismo (muchos de ellos, optaron por abandonar la península, incluido el médico de Isabel I). Para hacer cumplir a todos con la religión cristiana, se instauró el Tribunal de la Inquisición, de manera que se juzgara a todos aquellos sospechosos de no practicar el cristianismo como dictaba la Iglesia católica. En cuanto a los musulmanes, aunque en principio se les permitía practicar su religión, finalmente en 1502 se les obligó a convertirse o marcharse. Aquellos que se quedaron en la península serían llamados moriscos

- La economía con los Reyes Católicos. 
Durante el reinado de los Reyes Católicos, hubo un lento crecimiento de la economía. Se seguían practicando las actividades que hemos visto hasta ahora: la agricultura (especialmente de la triada mediterránea); la ganadería (con un importante predominio de la Mesta); y, sobre todo, gracias a la expansión territorial de los Reyes Católicos, fue adquiriendo una gran importancia la artesanía (especialmente de tejidos) y el comercio