2º B: CLASE DEL 18 DE MAYO DE 2020

¡Buenos días!
Hoy vamos a comenzar a ver algunos aspectos que nos quedaban por ver en el curso. Yo os iré poniendo la información más importante sobre ellos, completamente resumida. Vuestro trabajo será buscar tres imágenes que estén asociadas con el tema que tratemos y empecéis a hacer un "álbum de fotos" del temario que nos quedaba por ver. 
En ese álbum, iréis colocando las fotografías y, debajo, un pie de página en el que expliquéis por qué están relacionadas con ese tema. Ya sabéis que tenéis libertad para escoger las fotos, y que éstas pueden ser también dibujos vuestros, cuadros, arquitectura, escultura... tenéis libertad, siempre y cuando estén relacionadas con la materia. 

LA CRISIS DE LA BAJA EDAD MEDIA

Hoy vamos a centrarnos en la crisis de la Baja Edad Media. Y es que durante el siglo XIV se dieron una serie de factores que hicieron que la estabilidad que hemos estudiado de la Plena Edad Media desaparecieran. Veamos cuáles fueron estos factores: 
A. LA PESTE: 
Las enfermedades eran muy comunes durante la Edad Media y la suciedad y poca higiene que ya hemos estudiado de las ciudades medievales no contribuyó a mejorar el panorama. 
Dentro de las enfermedades que hubo en la Edad Media, sin duda, la más famosa fue la peste, que llegó a Europa hacia 1348. Con el tiempo, se supo que esta enfermedad la contraían las pulgas que portaban las ratas y que estás, al contactar con los seres humanos, les infectaban la bacteria que causaba la enfermedad. Existieron tres tipos de peste (la bubónica, la septicémica y la pulmonar), pero se ha conocido, generalmente, como Peste Negra por el color negruzco que adoptaban los enfermos. 
Parece ser que la enfermedad se originó en Asia y, desde allí, mediante las relaciones comerciales, llegó a Europa. La primera ciudad afectada por la enfermedad fue Génova (Italia) y, desde allí, se expandió a todo el continente europeo. 

Se calcula que hasta la tercera parte de la población falleció a consecuencia de la peste durante el siglo XIV. La peste fue una enfermedad recurrente durante el fin de la Edad Media y Moderna y el único remedio  que encontraron fue el aislamiento de los enfermos o la quema de sus pertenencias. El último brote conocido fue en 1723 en Marsella (Francia). Una de las imágenes que más ha trascendido en la humanidad han sido los trajes que llevaban los médicos venecianos para tratar a los pacientes afectados por la peste:
Como podéis ver, el traje trata de tapar toda la superficie del médico para evitar el contagio. La máscara alargada le servía para meter incienso o especias en su interior, para que dieran buen olor. 
Era una enfermedad que afectó a todos los sectores de la población y que, en el momento en que llegaba, toda la gente tenía mucho miedo. Ciudades como Dubrovnik (Croacia) surgieron trazando una gran muralla para evitar infectarse. Otros muchos, optaron por volver al campo, alejándose así de las ciudades para evitar contagiarse. Sin embargo, esta enfermedad ha tenido uno de los mayores impactos en la historia de Occidente: muchas tierras fueron abandonadas y las ciudades se paralizaron al detener el comercio y la artesanía. Esto supuso que las tierras quedaran, en muchos casos, sin cultivar, por lo que viene el segundo gran factor de la crisis: el hambre y el malestar social. 

B. LA CRISIS SOCIAL. 
Durante el tiempo que dedicamos al tema 7, vimos ya algunos de los elementos de esta crisis social, como la rebelión de los payeses de remensa en Cataluña o los conflictos entre la Busca y la Biga. 
La muerte y la despoblación redujeron los ingresos de los señores feudales y, al tener menos siervos, quisieron aumentarles los impuestos para seguir enriqueciéndose. Esto hizo que los campesinos, desesperados por el hambre, las guerras y las epidemias se rebelaran violentamente en muchas ocasiones. 
No solo tuvo lugar esta situación en el campo, sino que en las ciudades también el pueblo llano se levantó contra el patriciado urbano. 

C. LA CRISIS RELIGIOSA. 
Y, finalmente, tenemos que hablar de una crisis religiosa dentro de la crisis del siglo XIV. Ya hemos dicho en varias ocasiones que la sociedad medieval era profundamente religiosa. La aparición de todos estos factores (el hambre, las guerras y la peste) hizo que la población temiera que fuera un castigo divino, por lo que aumentaron el fervor religioso para pedir perdón por los pecados. También comenzó entonces una reforma de la Iglesia, que trató de cambiar los problemas internos que tenía: formar a sus miembros (había muchos clérigos que no sabían ni leer ni escribir); algunos no practicaban el voto de castidad; se entregaban los altos cargos por influencias; etc.
Avanzando un poco en el tiempo, este fervor religioso derivará en la celebración de la Semana Santa y la creación de cofradías en las que sus miembros pedían perdón por sus pecados.