1º A: CLASE DEL 18 DE MAYO DE 2020
¡Buenos días!
Si recordáis, la semana pasada nos dedicamos a ver cómo era la sociedad, política y cultura mesopotámica. Nos encontramos en las páginas 180 y 181 de vuestro libro de texto.
Hoy nos vamos a centrar en el último aspecto de la cultura mesopotámica: sus ciudades y su arte.
LAS CIUDADES Y EL ARTE MESOPOTÁMICO
- LAS CIUDADES:
Como ejemplo, vamos a tomar la ciudad de Ur, antigua ciudad que se encontraba al sur de Mesopotamia, cerca de la desembocadura del río Éufrates. Actualmente, sus restos se encuentran en Irak. Cuando comenzó a estudiarse y excavarse esta ciudad, tenía esta apariencia:
Los restos han demostrado que la ciudad tenía dos murallas, una que rodeaba la ciudad y otra que cercaba el recinto sagrado (donde se encontraban los templos). Para aprovechar el agua del río, existían canales de regadío y una comunicación que unía la ciudad con el puerto. El puerto (en la desembocadura del río Éufrates) tenía una gran actividad comercial.
Las viviendas se agrupaban en manzanas, pero éstas eran irregulares, adaptándose al terreno. Se construían alrededor de un espacio central cubierto o al aire libre. Solían estar hechas de adobe (barro y paja que se dejaban secar al sol). En la planta baja de las casas se encontraban los talleres (donde elaboraban ropas, comida, artesanía, etc.), y la cocina. En el primer piso ya se encontraban las habitaciones privadas de los familiares.
Durante el periodo de los acadios, hacia el 2.600 a. C., la ciudad de Ur fue de las más prósperas y ricas, especialmente gracias a su comercio.
- EL ARTE MESOPOTÁMICO:
Igual que hemos visto para la construcción de las viviendas, en cuanto al arte el principal material de construcción en la arquitectura fue el ladrillo hecho a base de barro. Y, para poder unir el espacio entre dos muros o columnas, los mesopotámicos hicieron dos grandes invenciones que se ha mantenido a lo largo de la historia del arte: el arco y la bóveda.
Como el ladrillo no es muy vistoso ni bonito a la vista, los mesopotámicos solían recubrir sus paredes con cerámica vidriada de vistosos colores. Un ejemplo lo tenemos en la puerta de Istar, que se encontraba en la antigua ciudad de Babilonia. Actualmente, podéis observarla en el Museo de Pérgamo (Berlín). Esta fue una de las 8 puertas monumentales de la muralla interior de Babilonia cuyo nombre proviene de Istar, la diosa a la que estaba consagrada (era la diosa del amor, la belleza, la vida y la fertilidad). La mayoría de la muralla era de color azul, contrastando así con los edificios de alrededor, de color dorado y rojizo. Estaba, además, decorada con las siluetas de dragones, toros, leones y seres mitológicos:
Los mesopotámicos elaboraron también esculturas, pero sus modelos no mostraban ninguna expresión ni eran simétricos. Siempre eran tomados de frente y solían representar a personajes importantes de la sociedad mesopotámica, como reyes, escribas o sacerdotes. Ahora, lo que siempre llama la atención y fue un rasgo del arte mesopotámico fueron las barbas masculinas, siempre alargadas y como con tirabuzones:
También fueron muy frecuentes los relieves o las estelas, como las que ya hemos visto: el Código de Hammurabi es un claro ejemplo; o los relieves de la caza de leones que también hemos nombrado:
A continuación, os dejo un enlace a la visita virtual que hay al Museo Británico, en Londres, donde se encuentran muchos de los restos que se han encontrado del arte y de la cultura mesopotámica. Realizad una visita y anotad en vuestro cuaderno aquello que más os haya llamado la atención:






