1º B: CLASE DEL 28 DE MAYO DE 2020
¡Buenos días!
Ayer estuvimos estudiando las creencias en el Más Allá en el antiguo Egipto. Hoy vamos a ver el último apartado que nos queda del antiguo Egipto: los templos. Vamos a ver las páginas 188 y 189 de vuestro libro de texto.
6. ¿DÓNDE SE ESCONDE EL DIOS DEL TEMPLO?
Los templos eran la casa de los dioses en la Tierra. Eran, por lo tanto, lugares sagrados para los egipcios que estaban al cargo de los sacerdotes. Si recordáis, los sacerdotes dijimos que eran un grupo privilegiado en el antiguo Egipto, de los que más poder y privilegios tenían. Eran los encargados de honrar a los dioses, preservar el templo, administrar las tierras y supervisar la labor de los campesinos en ellas.
Estos sacerdotes, además, tenían unas normas de comportamiento muy severas: debían rasurar su cuerpo cada dos días para servir a los dioses, y se lavaban dos veces al día y dos veces cada noche con agua fría. No comían pescado ni habas, sino que su dieta se basaba en un pan cocinado especialmente para ellos y comían carne de buey y vino. Aquí tenéis una pintura que se hizo de uno de estos sacerdotes:
¿Cómo eran los templos y el arte egipcio?
Los templos, como podéis ver, fueron las principales construcciones del antiguo Egipto. Los templos eran recintos sagrados, el hogar de los dioses, pero también lugares dedicados al conocimiento: en ellos se hacían estudios de astronomía, matemáticas, los calendarios, se elaboraban las técnicas hidráulicas, etc. Y los únicos que tenían acceso a los templos eran los sacerdotes (no tiene nada que ver con las religiones actuales, donde los fieles acuden a los templos, iglesias, sinagogas, mezquitas...). Para honrar a las divinidades, los fieles celebraban procesiones y ceremonias en los templos, pero solo podían acceder a unas determinadas partes.
Por ello, los templos seguían siempre el mismo esquema de construcción
Los templos estaban hechos de piedra y eran monumentales (es decir, tenían unas dimensiones enormes). Podéis observarlo en la siguiente imagen, donde se ven perfectamente las grandes dimensiones de las columnas y techos en comparación con los visitantes al Templo de Luxor:
A diferencia de los que hemos visto en Mesopotamia, no utilizaban ni arcos ni bóvedas, sino techos planos que eran sujetados con enormes columnas decoradas a través de un dintel. Para darle un mayor lujo y que fuera más bonito a la vista, todo el templo era sumamente decorado con pinturas, esculturas (normalmente del faraón que mandó su construcción y de las hazañas llevadas a cabo bajo su reinado) y grabados. Fijaros en el siguiente vídeo de una visita virtual al Templo de Luxor:
La pintura y la escultura:
Tenemos que decir también que la pintura y la escultura egipcias son también muy características y que apenas variaron a lo largo de los siglos.
Las pinturas representaban figuras planas, sin ninguna perspectiva o profundidad (las vemos en dos dimensiones en lugar de tres). Suelen tener rasgos de perfil en los pies, brazos y la cara, pero los ojos y el cuerpo se encuentran de frente (a esto se le llama la ley de la frontalidad). No tienen ningún movimiento y están idealizadas (no son realistas, es decir, los artistas no se fijan en la realidad y las caras de los personajes no representan emociones, sino que están serios, sin expresión ninguna).
Además, no representan a toda la población, sino que suelen ser de los personajes más importantes de la sociedad egipcia (faraones, escribas, sacerdotes, etc.). En caso de que aparecieran más personajes, aparecen en menor tamaño, remarcando así la importancia de unos sobre otros. Las escenas en la pintura suelen ser religiosas, con un marcado carácter simbólico:
Sin embargo, la pintura egipcia, además de obras religiosas, también trató de representar escenas cotidianas: escenas de caza, de pesca, de guerra, etc., como, por ejemplo, la siguiente:
En cuanto a la escultura, como la arquitectura, presenta unas grandes dimensiones. No son tampoco realistas, sino que las figuras siempre están bastante serenas, sin expresar emociones. Las esculturas también suelen ser de los dioses, faraones, sacerdotes, escribas,... de personas importantes para la sociedad egipcia. Un ejemplo es la siguiente imagen de la escultura de un escriba:
Todas las esculturas estaban pintadas y policromadas (es decir, que tenían varios colores). La pena es que algunas de las esculturas han conservado la pintura, mientras que otras no, ya que el desierto es un lugar difícil para que se conserven los pigmentos.
A continuación, escoge una de las imágenes de esta entrada del blog de hoy y coméntala en tu cuaderno, resumiendo las principales características que hemos visto del arte egipcio.
Estos sacerdotes, además, tenían unas normas de comportamiento muy severas: debían rasurar su cuerpo cada dos días para servir a los dioses, y se lavaban dos veces al día y dos veces cada noche con agua fría. No comían pescado ni habas, sino que su dieta se basaba en un pan cocinado especialmente para ellos y comían carne de buey y vino. Aquí tenéis una pintura que se hizo de uno de estos sacerdotes:
¿Cómo eran los templos y el arte egipcio?
Los templos, como podéis ver, fueron las principales construcciones del antiguo Egipto. Los templos eran recintos sagrados, el hogar de los dioses, pero también lugares dedicados al conocimiento: en ellos se hacían estudios de astronomía, matemáticas, los calendarios, se elaboraban las técnicas hidráulicas, etc. Y los únicos que tenían acceso a los templos eran los sacerdotes (no tiene nada que ver con las religiones actuales, donde los fieles acuden a los templos, iglesias, sinagogas, mezquitas...). Para honrar a las divinidades, los fieles celebraban procesiones y ceremonias en los templos, pero solo podían acceder a unas determinadas partes.
Por ello, los templos seguían siempre el mismo esquema de construcción
Los templos estaban hechos de piedra y eran monumentales (es decir, tenían unas dimensiones enormes). Podéis observarlo en la siguiente imagen, donde se ven perfectamente las grandes dimensiones de las columnas y techos en comparación con los visitantes al Templo de Luxor:
A diferencia de los que hemos visto en Mesopotamia, no utilizaban ni arcos ni bóvedas, sino techos planos que eran sujetados con enormes columnas decoradas a través de un dintel. Para darle un mayor lujo y que fuera más bonito a la vista, todo el templo era sumamente decorado con pinturas, esculturas (normalmente del faraón que mandó su construcción y de las hazañas llevadas a cabo bajo su reinado) y grabados. Fijaros en el siguiente vídeo de una visita virtual al Templo de Luxor:
La pintura y la escultura:
Tenemos que decir también que la pintura y la escultura egipcias son también muy características y que apenas variaron a lo largo de los siglos.
Las pinturas representaban figuras planas, sin ninguna perspectiva o profundidad (las vemos en dos dimensiones en lugar de tres). Suelen tener rasgos de perfil en los pies, brazos y la cara, pero los ojos y el cuerpo se encuentran de frente (a esto se le llama la ley de la frontalidad). No tienen ningún movimiento y están idealizadas (no son realistas, es decir, los artistas no se fijan en la realidad y las caras de los personajes no representan emociones, sino que están serios, sin expresión ninguna).
Además, no representan a toda la población, sino que suelen ser de los personajes más importantes de la sociedad egipcia (faraones, escribas, sacerdotes, etc.). En caso de que aparecieran más personajes, aparecen en menor tamaño, remarcando así la importancia de unos sobre otros. Las escenas en la pintura suelen ser religiosas, con un marcado carácter simbólico:
Sin embargo, la pintura egipcia, además de obras religiosas, también trató de representar escenas cotidianas: escenas de caza, de pesca, de guerra, etc., como, por ejemplo, la siguiente:
En cuanto a la escultura, como la arquitectura, presenta unas grandes dimensiones. No son tampoco realistas, sino que las figuras siempre están bastante serenas, sin expresar emociones. Las esculturas también suelen ser de los dioses, faraones, sacerdotes, escribas,... de personas importantes para la sociedad egipcia. Un ejemplo es la siguiente imagen de la escultura de un escriba:
Todas las esculturas estaban pintadas y policromadas (es decir, que tenían varios colores). La pena es que algunas de las esculturas han conservado la pintura, mientras que otras no, ya que el desierto es un lugar difícil para que se conserven los pigmentos.
A continuación, escoge una de las imágenes de esta entrada del blog de hoy y coméntala en tu cuaderno, resumiendo las principales características que hemos visto del arte egipcio.