1º B: CLASE DEL 25 DE MAYO DE 2020
¡Buenos días!
La semana pasada comenzamos a ver todo lo relacionado con la cultura y la sociedad egipcia. Las páginas 184 y 185, nos las vamos a saltar, llegando así a las páginas 186 y 187, donde vamos a comenzar a ver la religión egipcia.
En este vídeo, podéis ver un poco cuáles son las principales características que vamos a estudiar de la religión egipcia. En primer lugar, debemos decir que es una religión politeísta. Es decir, que creen en varios dioses (poli: que significa muchos; teísta: dios). Otras religiones, como la cristiana, la judía o la islámica, son religiones monoteístas, es decir, que solo creen en un dios (mono: uno; teísta: dios).
La humanidad siempre se ha fijado en su entorno, en la naturaleza. La religión egipcia es un ejemplo más de cómo hasta las creencias están basadas en aquello que podían ver los hombres y las mujeres del Antiguo Egipto. Para ellos, los dioses explicaban los diferentes fenómenos naturales: la lluvia, la salida del sol, la crecida del río Nilo, el desierto, el fuego, etc. Y, si os dais cuenta, los dioses egipcios son mitad hombre y mitad animal: una parte humana, que les permite identificarse con ellos, pero con una parte animal que les da un poder sobrenatural y que nunca estaría al alcance de la humanidad.
Sin duda, el dios más venerado era Ra, el dios del Sol, también conocido como Amón (si os acordáis de Akenathon, os sonará).
Oisiris era el dios de los muertos porque, según la leyenda, tras ser asesinado por su hermano, resucitó gracias a los cuidados de Isis, su esposa y diosa de la fertilidad.
Horus era el dios de la guerra; Anubus el dios de la momificación. Tot, secretario de los dioses y el patrón de los escribas...
Había muchísimos y dedicados a diferentes actividades relacionadas con la vida cotidiana. El bienestar de la comunidad dependía de las divinidades, que propiciaban la crecida del Nilo, controlaban sus aguas y permitían las cosechas. Por ello, habían divinizado a los animales que para ellos eran más útiles: el cocodrilo; el ibis; o el chacal, por ejemplo.
Por otro lado, la gente era muy supersticiosa (creía que si no se veneraban los dioses o algo atraía la mala suerte, pasaban cosas malas). Por eso, solían llevar amuletos con los que espantar a los malos espíritus. Los amuletos más comunes tenían forma de gato, que en la religión egipcia era un animal muy sagrado y protector:
Otro amuleto muy común era para los muertos, en forma de escarabajo, que se pensaba que les ayudaba en el Más Allá:
Ahora, escoge una divinidad egipcia y búscala. Apunta en tu cuaderno brevemente qué te llama la atención sobre ella y cuáles eran sus principales características.


