2º A: CLASE DEL 15 DE ABRIL DE 2020

¡Buenos días!
Ayer estuvimos viendo la última parte del apartado 3. Trataba sobre cómo vivía la comunidad judía en la Europa medieval. 
Hoy vamos a ver el apartado 4 del tema: Un día en el mercado de la ciudad
Se trata de un apartado bastante fácil y que ya os sonará, pues lo hemos visto un poco por encima en el tema anterior de los reinos cristianos. Lo que vamos a ver en mayor profundidad es cómo trabajaban los gremios y cómo eran los mercados de la Edad Media. 
Y es que, la reaparición de las ciudades se debió, en parte, a la reactivación del comercio. A estas ciudades medievales comenzaron a acudir los campesinos a vender sus productos agrícolas y, a cambio, con los beneficios que obtenían, compraban los productos que hacían los artesanos en las ciudades. 
A. LOS ARTESANOS Y LOS GREMIOS. 
Los artesanos trabajaban y vivían en el mismo sitio. Es decir, tenían viviendas-taller donde, además de realizar su vida cotidiana, realizaban y vendían sus productos. 
Los artesanos vieron que era mejor agruparse entre ellos, por lo que surgieron los gremios, que eran asociaciones de trabajadores de un mismo oficio (los zapateros tenían su gremio; los tinteros tenían el suyo propio; los plateros el suyo; etc.). 
Dentro de estas asociaciones existía una jerarquía, un orden en función de la tarea que realizaban:
1. Primero, comenzaban como aprendices. Solían ser los jóvenes que iban aprendiendo el oficio. Los maestros les enseñaban estas tareas y, como estaban aprendiendo, no recibían sueldo por realizar su trabajo (eran los "becarios" de la época, por así decirlo). A cambio, podían vivir en casa del maestro hasta que pasaran al siguiente nivel. 
2. Una vez que habían aprendido el oficio y estaban preparados, se convertían en oficiales. Los oficiales sí recibían un salario a cambio de su oficio. 
3. Y, finalmente, si estos oficiales pasaban un examen (que consistía en realizar una obra maestra), se convertían en maestros. Los maestros podían establecerse, con el permiso del gremio, por cuenta propia y crear su propio negocio. 
Estos gremios son los antecedentes de los sindicatos actuales. Entre los miembros del gremio se protegían: si caían enfermos, se solidarizaban entre ellos; si alguno fallecía, se dejaba un dinero a la viuda; si los niños quedaban huérfanos, el gremio se encargaba de ellos; etc. 
Pero, a cambio de estas ventajas que ofrecía el gremio, sus miembros tenían que cumplir unas normas: el gremio establecía si se podía trabajar en la ciudad (necesitaban su permiso); establecía unas normas (establecía el horario, el calendario de trabajo, las herramientas a utilizar,...); además de que los gremios también controlaban la calidad y el precio de los artículos que ofrecían. 
Normalmente, como la población era analfabeta, los gremios se identificaban con un signo o símbolo que colocaban en las viviendas. Solían tener alguna herramienta de trabajo que les identificara: 
B. EL MERCADO ATRAE A CAMPESINOS Y MERCADERES. 
Normalmente, cada ciudad fijaba un día de la semana para realizar estos mercados y que la población acudiera a ellos a vender y comprar los productos. También establecían un lugar fijo que solía ser la plaza central de la ciudad. 
A estos mercados acudían los campesinos, que procedían de las zonas rurales y en ellos vendían sus productos agrícolas y ganado. A cambio, una vez que los vendían y obtenían beneficios económicos, compraban los productos que los artesanos realizaban en la ciudad. 
Pero estos mercados también atraían a los mercaderes. Estos comerciantes vendían productos que no se fabricaban en esta ciudad, mientras que otros compraban ganado o productos artesanales para revenderlos en los mercados de otras ciudades. 
A continuación, os dejo el esquema de este apartado para que lo copiéis en vuestro cuaderno: